Según el estudio SPACE, realizado por el Banco Central Europeo (BCE), que investiga cada dos años el comportamiento financiero en la zona euro, entre los residentes en la Unión Monetaria se ha reducido el uso del dinero físico. Es una tendencia en la mayoría de los países de la eurozona, pero especialmente prevalente en los países del sur de Europa: Portugal, Grecia, España y Chipre.

Pero a los europeos les sigue gustando el dinero físico. Para el 60% de los ciudadanos europeos, poder disponer de dinero físico sigue siendo importante. Además, la gente cree que el uso de efectivo les hace más conscientes de sus hábitos de gasto. Ante posibles crisis energéticas y cortes de electricidad, el debate sobre los billetes y monedas frente a los pagos digitales cobra relevancia.

En los 19 países de la eurozona, los pagos se realizan generalmente con billetes y monedas. Pero aun así, el porcentaje de pagos en efectivo en todas las transacciones cayó al 59% en 2022. Tres años antes, el porcentaje era del 72%, y seis años antes del 79%.

Medidos en términos de volumen de negocio, los pagos con tarjeta están superando, por primera vez, a los pagos en efectivo. Según datos del BCE, el 46% de las ventas en comercios se pagaron con tarjeta y el 43% en efectivo. Las diferencias en la proporción de pagos con monedas y billetes se deben a que los importes pequeños se pagan más a menudo en efectivo, mientras que los grandes importes se pagan más a menudo con tarjeta de débito o de crédito.

Los resultados de la encuesta ilustran una tendencia continuada hacia un menor número de pagos físicos en los puntos de venta. Pero los consumidores también compran cada vez más por Internet. El porcentaje de pagos de comercio electrónico sobre el total de pagos aumentó hasta el 17 % en 2022, frente al 6 % de tres años antes. En términos de facturación, la cuota creció del 14% al 28%.

La mayoría de los europeos no quiere prescindir de los billetes y monedas. Para el 60% de los consumidores de la zona euro, estos elementos son "muy importantes" o "bastante importantes". Alemanes y austriacos encabezan la lista de aficionados al dinero físico.