En un comunicado, UPTEC afirma que la solución desarrollada por la empresa portuguesa pretende dar respuesta al creciente número de satélites lanzados a órbita terrestre baja, por debajo de los 2.000 kilómetros de altitud, en los últimos años.

En esta órbita existen 8.000 satélites activos y no activos, de los cuales el 25% acaban de ser lanzados en 2022.

La tecnología "pretende resolver uno de los principales problemas del sector aeroespacial, en respuesta a la misión de la NASA de alcanzar un límite de retirada de hasta 5 años después de que un satélite finalice su misión, que la Agencia Espacial Europea (ESA) también adoptará próximamente".

En ese sentido, la solución desarrollada por Eptune Engineering utilizará un "tipo de paracaídas generador de desgaste" para recuperar satélites cinco años después del final de su misión.

El paracaídas inflable especial se distinguirá "por volverse sólido tras el llenado" y "reducir el uso de combustible en la maniobra de reentrada en órbita".

"El inflable utilizará la delgada atmósfera como fuente de desgaste, lo que permitirá reducir entre 5 y 10 veces el tiempo de puesta en órbita de los satélites al final de su vida útil", destaca la UPTEC.

Cofinanciado por el programa Norte 2020 con 212 mil euros, el proyecto se centra en el desarrollo de tecnologías de base para esta solución, a saber, la estructura inflable, el escudo térmico, el proceso de fabricación y los ensayos de materiales y componentes.

João Pedro Loureiro, fundador de la startup, afirma en el comunicado que el objetivo es implantar esta solución en todos los satélites que se pongan en órbita.

"En esta primera fase, pretendemos que esta tecnología se acople a los nuevos satélites que se pongan en órbita, mientras que en un futuro a medio plazo nuestra solución podría transportarse al espacio y desde allí acoplarse a los satélites al final de su vida útil que queramos traer de vuelta a la Tierra", explica.

"Para convertir el prototipo en realidad", se realizaron numerosos análisis complementarios con el Instituto Superior Técnico de Lisboa y se probaron los diversos prototipos y componentes en el Centro de Ingeniería y Desarrollo de Productos (CEiiA).