Las previsiones agrícolas publicadas por elInstituto Nacionalde Estadística(INE), para una de las "producciones más elevadas de las dos últimas décadas", prevén "vinos complejos con un equilibrio entre grado alcohólico, acidez y taninos".

El INE señala que la dispersión geográfica del viñedo, junto con las "particularidades ecoclimáticas de las comarcas vitivinícolas y las características de las variedades de uva allí instaladas, prolongaron el periodo de vendimia", que se extendió desde la primera quincena de agosto hasta la primera quincena de octubre.

Según el instituto estadístico, el desarrollo y la maduración de los granos de uva se produjeron de forma heterogénea y también hubo luchas con el mildiu (regiones de Vinhos Verdes y Centro), la podredumbre gris (regiones Norte y Centro), la polilla del racimo y la chicharrita verde (Ribatejo y Alentejo).

En el caso de la uva de mesa, se espera que la producción aumente un 10% respecto a 2022, pero "por debajo de la media de los últimos cinco años (-4%)".