Así reaccionó la Asociación Portuguesa de Industrias de Aguas Minerales Naturales y de Manantial(APIAM), en un comunicado enviado a Lusa, a un estudio científico publicado el lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences(PNAS).

Este estudio descubrió que el agua procedente de botellas de plástico contiene hasta cien veces más partículas diminutas de plástico de lo que se estimaba anteriormente.

Mediante el uso de una tecnología innovadora, los científicos registraron una media de 240.000 fragmentos de plástico detectables por litro de agua, tras analizar el producto de varias marcas populares en Estados Unidos.

Los resultados mostraron que cada litro contenía entre 110.000 y 370.000 partículas, de las cuales el 90% eran nanoplásticos y el resto microplásticos.

El tipo más comúnmente encontrado es el nylon -probablemente procedente de los filtros de plástico utilizados para purificar el agua-, seguido del tereftalato de polietileno (PET), con el que se fabrican las botellas.

La asociación empresarial destacó, en su texto, que "en EE.UU., donde se realizó el estudio y de donde proceden las tres muestras analizadas, las aguas embotelladas proceden en su mayoría de fuentes de agua superficiales, siendo tratadas y purificadas antes de su embotellado".

Sin embargo, contraataca, "a diferencia de los EE.UU., en Portugal, como en toda la Unión Europea, las aguas minerales naturales y de manantial tienen siempre un origen subterráneo. La clasificación de estas aguas exige la confirmación de su pureza original, por lo que no se someten ni se permite ningún tratamiento de purificación".

De esta forma, la asociación empresarial garantizó que "las conclusiones de los estudios sobre cuestiones de calidad asociadas al agua embotellada en países como EE.UU. no pueden, de ninguna manera, extenderse a la realidad nacional o europea".