El poema sin sentido de Lewis Carroll en "A través del espejo y lo que Alicia encontró allí", titulado "La morsa y el carpintero", es una historia algo truculenta de una morsa y un carpintero que se conocen y salen a pasear. Se encuentran con un grupo de ostras y la morsa les convence para que se unan a ellos. La morsa pretende engañar a las ostras haciéndoles creer que van a tener una agradable charla, y sin aliento tras un largo paseo, las ostras les piden que esperen. Entonces se dan cuenta de que se las iban a comer.


¿Qué sabemos de la Morsa?

Pues que no hay que ir a bucear a Portugal por miedo a toparse con uno de estos extraños y desgarbados mamuts de color marrón canela, ya que sólo habitan en aguas mucho más frías y se sienten más a gusto en el hielo que en la playa. Parecen salidos de la época de los dinosaurios y son la única especie de su familia, Odobenidae, que sigue existiendo. Hace unos 10 millones de años, un pariente lejano de la morsa moderna patrullaba las costas de lo que hoy es Japón. Esta antigua morsa no tenía colmillos, sino grandes dientes caninos.

Sólo quedan dos especies: la morsa del Atlántico vive en las aguas septentrionales de Canadá, Groenlandia, Noruega y Rusia. La morsa del Pacífico tiene una amplia área de distribución entre Rusia y Alaska, desde el mar de Bering hasta el de Chukchi, así como el mar de Laptev.


Se reúnen por centenares y, durante la época de apareamiento, pueden llegar a los miles. Con enormes colmillos, escasos bigotes faciales, piel gruesa y áspera y aletas sin pelo para traccionar en tierra y hielo, su nombre en latín se traduce como "caballo de mar que camina con los dientes", y se puede entender por qué. Bastante pálidos en el agua tras un periodo prolongado en aguas muy frías, se vuelven rosados cuando hace calor, al dilatarse los vasos sanguíneos de la piel y aumentar la circulación.

Lo grande es hermoso

Estos corpulentos animales viven en aguas frías y una gruesa capa de grasa actúa como aislante para proteger sus órganos internos. Su enorme tamaño se debe a una dieta constante que recogen del fondo marino: crustáceos, mariscos, almejas, gusanos, pepinos de mar y moluscos (y, por supuesto, ostras si se detienen a respirar). Los adultos a veces cazan peces, mientras que algunos enormes machos adultos incluso han sido grabados acechando focas.


Los colmillos siguen creciendo

Tanto las morsas macho como las hembras tienen dos enormes colmillos que no dejan de crecer durante toda su vida. Son símbolos de edad, sexo y estatus social, y les ayudan a arrastrarse sobre los témpanos de hielo desde el agua. Los colmillos de los machos son mucho más largos que los de las hembras y los utilizan para mostrar su dominancia, empleándolos en feroces peleas durante las épocas de cría, a menudo golpeándose entre sí mientras "golpean" con su peso.


¿Para qué sirven los bigotes?

La morsa utiliza esos bigotes para buscar comida a menos de 80 m de la superficie y puede permanecer sumergida unos 10 minutos. Si el agua está demasiado turbia, esos sensibles bigotes actúan como detectores de comida y, una vez que han encontrado moluscos, por ejemplo, las morsas retiran los restos con sus aletas delanteras y luego succionan la carne de sus conchas. Los adultos pueden comer de 3.000 a 6.000 almejas en una sola comida.


Mayor amenaza

Se cree que el deterioro del hielo marino debido al cambio climático global es la mayor amenaza para los mamíferos marinos asociados al hielo, incluidas las morsas. Identificada como candidata para su inclusión en la lista de la Ley de Especies en Peligro de Extinción, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. determinó en octubre de 2017 que la morsa del Pacífico no justificaba su inclusión en la lista tras una revisión exhaustiva. En Canadá, sin embargo, la morsa del Atlántico ha sido incluida ahora como vulnerable en la Lista Roja de la UICN. Otra especie más en peligro debido a la matanza histórica por cazadores furtivos, y por la legalidad actual del comercio de marfil de morsa - y el cambio climático - una especie vulnerable que se enfrenta a un futuro incierto.


Pero volviendo al poema, tal vez el cuento se interprete como una advertencia sobre las consecuencias de confiar en aquellos que pueden no tener en cuenta los intereses de uno, tal vez la supervivencia del más fuerte, ¡comer o ser comido!


Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan