"El colapso de la Rua da Madalena es inminente y el actual ejecutivo del Ayuntamiento de Lisboa insiste en la estrategia de 'aparentar' pero en realidad hacer poco para solucionarlo", afirmó, en un comunicado, la junta de freguesia presidida por Miguel Coelho (PS).

En la nota, la junta de freguesia reconoció que "cerrar al tráfico la Rua da Prata fue una buena decisión", pero advirtió que "sin una estrategia de apoyo y cambios fundamentales en el paradigma de la movilidad, no será más que una medida propagandística".

El Ayuntamiento de Lisboa, "a pesar de todas las advertencias, soluciones alternativas y hechos demostrados" por la Junta Parroquial en relación a la sobrecarga de la Rua da Madalena, "persiste en mantener el flujo de tráfico por esta vía, desde el cierre de la Rua da Prata al tráfico rodado", reza el comunicado.

"La Rua da Madalena es utilizada diariamente por una media de 6.000 vehículos, entre autobuses y otros vehículos pesados", que, "cada día, contaminan, provocan ruidos excesivos, restringen el tráfico y el acceso al comercio y a las viviendas", comprometiendo la circulación peatonal y dañando, "rápidamente y a los ojos de todos, la infraestructura viaria", señala el ayuntamiento.

Considerando que "la circulación a lo largo de la Rua da Madalena está comprometida, así como la preservación del edificio y la seguridad de los ciudadanos", la junta parroquial dijo acoger "con sorpresa" la información del vicepresidente de la cámara de que la Rua da Madalena "podría acoger hasta 8.000 vehículos por día".

"Basta seguir el desarrollo acelerado de la degradación del pavimento de esta calle, para darse cuenta de lo absurdo que es apoyar esta idea. La Junta Parroquial notificó, por escrito, al municipio sobre la degradación de esta arteria, en particular debido a los agujeros y hundimientos y el peligro que representan", se destaca en la nota.

La semana pasada, por invitación de Miguel Coelho, vicepresidente de la Cámara de Lisboa, Filipe Anacoreta Correia (CDS-PP), responsable de Movilidad, "pudo confirmar 'in situ' la veracidad de la información enviada, garantizando una rápida intervención sobre el terreno, que no resolvió nada", añade la Junta Parroquial.