La cuarta edición del estudio "Wastewater analysis and Drugs - A European multi-city study", publicado por el grupo europeo SCORE, en colaboración con el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), realizado en 24 países ( 23 de la Unión Europea + Turquía), abarcando 88 ciudades, entre ellas las portuguesas Lisboa, Oporto y Almada, ha detectado un mayor consumo de cocaína en los análisis de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), lo que supone una "tendencia creciente" desde 2016.

Las aguas residuales producidas por una población estimada de 55,6 millones de personas fueron analizadas entre marzo y mayo de 2023 para detectar rastros de cinco drogas estimulantes ilícitas (cocaína, anfetaminas, metanfetaminas, MDMA/éxtasis y ketamina), así como de cannabis.

Basándose en el documento, el analista científico del OEDT João Pedro Matias explicó que se detectaron aumentos en el consumo de cocaína en relación a 2022 (de 265,9 a 512,5 mg/1.000 personas/día), una tendencia similar a nivel global en cerca de dos tercios de los análisis.

Según el experto, los resultados apuntan a un aumento continuo de las detecciones de esta droga en las aguas residuales de las ciudades analizadas, una tendencia que se viene observando desde el inicio de este tipo de estudios en 2011.

A diferencia de 2022, la situación de la metanfetamina parece haberse estabilizado, tras un aumento ese año, los datos de 2023 muestran un descenso del consumo, no registrándose rastros de esta sustancia en Oporto ni en Almada.

Oporto también mostró un ligero aumento en el consumo de MDMA/Éxtasis (de 16,6 a 18,6 mg/1000 personas/día), mientras que Lisboa (de 121,8 a 33,1 mg/1000 personas/día) y Almada (de 23,6 a 13,2 mg/1000 personas/día) mostraron una disminución en comparación con 2022.

Sin embargo, advierte el experto, a pesar de la disminución, el consumo de MDMA/éxtasis en Lisboa sigue siendo similar al de las ciudades europeas con mayores cantidades de MDMA detectadas en los análisis de aguas residuales.

En cuanto al cannabis, la droga más consumida en toda la Unión Europea, las tres ciudades portuguesas observadas tuvieron resultados muy similares, pero con tendencias divergentes en relación con el año anterior, con un aumento del consumo en Oporto (de 64,1 a 98,3 mg /1000 personas/día) y descensos en Lisboa (de 129,9 a 113,2 mg/1000 personas/día) y Almada (de 134 a 102,6 mg/1000 personas/día).

En cuanto a las anfetaminas, las ciudades portuguesas no presentan valores significativos, concluye el experto.

El director del , Alexis Goosdeel, destaca en el resumen del documento que "el análisis de las aguas residuales ofrece ahora una visión cada vez más amplia de la dinámica del consumo y la disponibilidad de drogas y es una poderosa herramienta para aumentar la preparación ante la evolución de los desafíos".