Sin embargo, la mayoría de nosotros seguimos con nuestra vida cotidiana como si ella no existiera: trabajando, haciendo recados, ocupándonos de nuestras familias... Cada paso en la rueda del hámster nos aleja cada vez más de la chispa de divinidad que llevamos dentro.

Sin embargo, no siempre fue así. Antes bailábamos con las fases de la luna y celebrábamos a las diosas mientras giraba la rueda del año. Por ejemplo, Brigid en Imbolc, con sus llamas de purificación y protección, y Cerridwen, el 7 de enero, una diosa anciana de la sabiduría, la inspiración y el renacimiento.

La tierra misma era vista como la encarnación de la energía de la diosa. La religión de las diosas existía mucho antes de que otras religiones se apoderaran del aspecto asistencial de lo divino femenino relacionado con las ideas de fertilidad y creación, y tomó la forma de la Gran Diosa Madre: Gaia.

Las características femeninas como la creación (arte, música, un entorno hogareño, cualquier cosa que implique crear, no sólo crear bebés), la crianza, la intuición, la maternidad (no sólo criar hijos, sino también cuidar de las personas, las plantas y los animales), fueron aplastadas a lo largo de los años.

Las mujeres tuvieron que suprimir su naturaleza de diosas para alimentar los rasgos más masculinos, como la lógica, el razonamiento, la supervivencia y el pensamiento en blanco y negro. La sociedad devaluó los trabajos que requerían habilidades divinas femeninas, como la enseñanza, la enfermería y las profesiones asistenciales, y los consideró menos dignos.


Las semillas están brotando

Pero pequeñas semillas están empezando a brotar dentro de nosotras una vez más. Tu diosa interior está despertando, dándose a conocer.

Puedes animarla practicando el autocuidado, como paseos por el bosque o baños a la luz de las velas, o incluso simplemente tomando una taza de té mientras observas a los pájaros, o rituales lunares. También puedes contribuir al proceso levantando a tus compañeras y apoyándolas. Al elevar a las mujeres, como colectivo estamos permitiendo que todas las diosas alcancen su poder, todas las mujeres, independientemente de su edad, tamaño, origen o etnia. También puedes hacerlo apoyando a organizaciones benéficas que ayuden específicamente a las mujeres o a colectivos de comercio justo de mujeres; las oportunidades para elevar a tus hermanas son infinitas.

Todo empieza con la autoaceptación. Es hora de apreciar las diosas que somos, las bellas e intuitivas potencias del amor y la perspicacia. Respira hondo y conecta de verdad con esa diosa preciosa que llevas dentro: está lista para florecer; ¡déjala salir para que haga su magia en el mundo!

¡Todo empieza contigo!


Author

Sally saw Angels as a child and could occasionally see and feel people who had passed over. This ability grew as she got older and she now gives readings, as well as channelling Ascended Masters. She often works with Mary Magdalene and channels information from Lord Kuthumi. She is available for readings and spiritual development sessions both online and in person (heaven2heart). 

Sally Hinchcliffe