Campbell, de 51 años, posó recientemente para una sesión de fotos con su primer hijo, y aunque no se sabe si un vientre de alquiler gestó o no a su niña de ahora nueve meses, dijo a Vogue: "No fue adoptada, es mi hija".

Está claro que Campbell no es la única que quiere ser madre más adelante. En el caso de las mujeres nacidas en 1975, seis de cada mil de 45 años o más dieron a luz con éxito, lo que supone un aumento del 500% respecto a la generación anterior, en la que sólo una mujer de 45 años o más de cada 1.000 dio a luz.

Además, una investigación del Laboratorio Médico de Londres ha descubierto que el número de partos primerizos entre mujeres de 40 a 44 años se ha duplicado con creces en los 32 años transcurridos desde 1990.

"Convertirse en madre al final de la treintena y la cuarentena puede ser inmensamente positivo", afirma Elizabeth Duff, asesora política principal de la organización benéfica para padres NCT. "Las mujeres viven más tiempo, las actitudes hacia la maternidad tardía están cambiando, y sentirse preparada para tener un bebé puede ser una parte importante de la decisión y la capacidad de disfrutar de la paternidad".

Duff reconoce que estadísticamente hay más riesgos de complicaciones durante el embarazo y el parto para las madres primerizas de más edad, pero subraya: "Para las mujeres individuales que están en forma y sanas, no hay razón para no planificar un parto sin complicaciones."

Y el Dr. Quinton Fivelman, director científico del Laboratorio Médico de Londres, que realiza análisis de sangre de las hormonas de la fertilidad, añade: "Hace veinte años, concebir con más de 35 años se denominaba "embarazo geriátrico". Dado que las mujeres planeaban tener hijos, no mudarse a una residencia de ancianos, este tipo de terminología era sintomática de las ideas preconcebidas negativas que rodeaban a las madres mayores".

Fivelman afirma que, aunque posponer el parto hasta una edad más avanzada no está exento de riesgos, éstos pueden mitigarse con revisiones y pruebas periódicas. "A medida que las carreras y las opciones de estilo de vida han evolucionado, las mujeres han modificado sus objetivos", afirma, "y como demuestra el creciente número de partos con éxito de mayores de 40 años, es perfectamente posible que la mayoría de las mujeres sanas de entre 30 y 40 años tengan bebés sanos."

Está claro que tener hijos a una edad más avanzada tiene tanto ventajas como inconvenientes. Esto es lo que las futuras madres deberían tener en cuenta...

Riesgos

Más difícil de concebir

La fertilidad disminuye con la edad, sobre todo a partir de los 35 años, porque el número y la calidad de los óvulos de la mujer se reducen, dice la organización benéfica para bebés Tommy's. Un estudio reveló que casi una quinta parte de las mujeres de entre 35 y 44 años tiene dificultades para concebir, en comparación con menos de una de cada 10 mujeres que tuvieron un hijo antes de los 25 años.

Mayor riesgo de aborto

El riesgo de aborto espontáneo aumenta con la edad: un estudio reveló que el riesgo de aborto espontáneo era del 10% en las mujeres de 25 a 29 años, y aumentaba rápidamente a partir de los 30 años, llegando al 53% en las mujeres de 45 años o más.

Mayor riesgo de anomalías cromosómicas

Los óvulos más viejos aumentan las probabilidades de sufrir anomalías cromosómicas. Sin embargo, Fivelman afirma: "Los métodos de análisis modernos consiguen detectar la mayoría de ellas en una fase temprana (11-14 semanas)".

Mayor riesgo de preeclampsia y diabetes

Otro riesgo para las madres de más edad es la hipertensión arterial, que puede aumentar el riesgo de la complicación del embarazo que es la preeclampsia, y también hay un mayor riesgo de diabetes gestacional. Los análisis de sangre y los controles prenatales periódicos ayudan a controlar estos problemas, y Duff subraya: "El respaldo clínico de los servicios sanitarios puede ayudar a garantizar que los partos sean seguros y estén bien atendidos si surgen complicaciones".

Más cesáreas

Los estudios demuestran que las madres mayores tienen un riesgo significativamente mayor de tener un parto por cesárea, y aunque Fivelman afirma que los controles regulares ayudan a reducir los riesgos de parto prematuro y de bajo peso al nacer, que son más comunes en los bebés de las mujeres mayores, "también es probable que las madres mayores tengan un parto por cesárea controlado para reducir los riesgos de problemas como la preeclampsia."

Un embarazo más duro

El simple hecho de estar embarazada también puede ser más duro para las futuras mamás mayores, señala Fivelman: "Esto se debe a que todas empezamos a perder densidad ósea alrededor de los 40 años, por lo que pueden aumentar los dolores y molestias en comparación con las mujeres más jóvenes".

Los hombres mayores también presentan riesgos

Si el padre del bebé tiene una edad similar o mayor, también puede presentar algunos riesgos para el embarazo. Los hombres de más de 40 años empiezan a tener un menor recuento de espermatozoides y éstos pueden tener menos movilidad. "Cuanto mayor sea un hombre, más tardará su pareja en quedarse embarazada y mayor será el riesgo de aborto, independientemente de su edad", advierte Fivelman.

Beneficios

Más tiempo para establecer vínculos afectivos

Las mujeres que consiguen establecerse en sus carreras antes de dar a luz pueden tener más tiempo para dedicar a sus hijos, lo cual es mutuamente beneficioso, señala Fivelman.

Beneficios para la salud

Las investigaciones han revelado que las mujeres que tienen hijos más tarde tienden a tener una vida más larga, y un estudio reciente descubrió que también tienen un menor deterioro cognitivo en la edad adulta, en comparación con las que tuvieron hijos antes o las que nunca los tuvieron.

Las mujeres pueden estar en mejor posición vital

Las mujeres mayores y sus parejas tienen más probabilidades de tener una mejor situación económica y pueden tener una relación más estable que cuando eran más jóvenes. Las investigaciones han revelado que las madres de más edad se preocupan menos durante el embarazo, son más positivas a la hora de ser padres y, en general, tienen una actitud más positiva hacia sus hijos.

Los niños también se benefician

Ser hijo de una madre mayor también tiene sus ventajas. El mismo estudio que reveló que las madres mayores son más positivas también demostró que sus hijos tienen menos problemas sociales, emocionales y de comportamiento cuando empiezan a ir a la escuela, y que rinden más a lo largo de su educación, obteniendo mejores resultados en los exámenes y tasas de graduación.