"Ha sido un año positivo. A pesar de las expectativas, hemos tenido un año muy bueno, la superficie quemada por los incendios está por debajo de lo que se preveía. Mucho menor, debido a los esfuerzos de todos los agentes de Protección Civil y de las fuerzas que componen el dispositivo", dijo Vítor Vaz Pinto, en la presentación del Dispositivo Especial de Lucha contra Incendios Rurales en el Algarve.

En un año "especialmente exigente desde el punto de vista meteorológico", con altas temperaturas, precipitaciones inferiores a lo normal y los siete municipios en sequía severa o extrema. Un parámetro que permite comparar las condiciones meteorológicas y cómo afectan a los incendios se presenta como "muy alto" en el Algarve.

La superficie estimada quemada en la región, en función de su gravedad meteorológica, "apuntaba a 17.800 hectáreas", pero en realidad era "considerablemente inferior", según el comandante regional de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC).

"Sólo se ha visto afectada el 16% de la superficie estimada, algo más de 2.700 hectáreas. Esto demuestra la importancia del trabajo realizado por todas las fuerzas del dispositivo", destacó Vítor Vaz Pinto.

Entre el 1 de enero y el 31 de octubre, se registraron 269 incendios iniciados en la región, que dieron lugar a una superficie quemada de 789,77 ha, según los datos divulgados.

En comparación con los últimos 10 años, en 2023 hubo un 16% menos de incendios rurales y un 44% menos de superficie quemada, en contraste con la media anual de ese periodo.

En comparación con el año pasado, esos valores indican un aumento del 28 por ciento en el número de incendios y una reducción del 62 por ciento de la totalidad de la superficie quemada.

Por otro lado, el incendio que se declaró en agosto en la zona de Baiona, municipio de Odemira, distrito de Beja, quemó más de 7.500 ha, afectando también a los municipios algarvíos de Alzejur (1.635,85 ha) y Monchique (363,59 ha).

De los 269 incendios que se declararon en la región, 259 de ellos fueron controlados en el ataque inicial, antes de alcanzar los 90 minutos contados desde el momento de la alerta, el tiempo medio de envío registrado fue de 50 segundos, "muy por debajo" del máximo de 2 minutos para la respuesta al fuego de todo el territorio continental.

En 2023, los incendios que afectaron a menos de una hectárea fueron los más frecuentes en el Algarve, representando el 94 por ciento del total y sólo tres incendios quemaron una superficie superior a 100 ha.

La investigación de todos los incendios contribuyó a averiguar la causa de 161 de ellos, siendo las más frecuentes el uso indebido del fuego (36 por ciento de 269), accidental (14 por ciento) e incendiario (10 por ciento).

El comandante de la ANEPC también destacó el "incremento sustancial" de las alarmas de incendio, que en su mayoría corresponden a quemas autorizadas y representaron el 51,6 por ciento de las 556 ocurridas entre el 1 de enero y el 31 de octubre.

"Que haya muchas falsas alarmas no significa que sea necesariamente negativo. Significa que la población es más consciente de estas situaciones y activa el sistema de forma natural. Creo que es positivo que la gente active el sistema y no espere. Lo mejor es llamar al 112, aunque lo hayan hecho otras personas, siempre es mejor comunicarse. Cuanto más rápido lleguen los intervinientes, más probable es que se apague el incendio", explicó Vítor Vaz Pinto.