En un artículo fechado el 8 de noviembre, Manuel Carmo Gomes y Carlos Antunes, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa, sostienen que, para que el coronavirus no interfiera en la normalización de la vida de los portugueses, se debe mantener una alta protección de la población, con el refuerzo de la vacunación en los grupos de edad en los que más han aumentado los nuevos casos, aunque tengan un menor riesgo de enfermedad grave.

"Debe garantizarse el mantenimiento de un alto nivel de protección inmunológica de la población portuguesa. Si es necesario, administrando vacunas de refuerzo a los grupos identificados como de mayor riesgo de infección y transmisión del virus, y no sólo a los de mayor riesgo de enfermedad grave", escriben.

Los expertos señalan que, en las últimas semanas, las edades en las que el riesgo de infección ha sido mayor son las comprendidas entre los 18 y los 25 años, seguidas de los niños menores de 10 años y los adultos jóvenes de entre 25 y 40 años.

Estas edades, subrayan, aumentaron "la socialización después del 1 de octubre, cuando el país entró en la tercera fase de flexibilización del bloqueo, asociada a la cobertura vacunal alcanzada del 85%".

Recuerdan que, ocasionalmente, se han producido algunos brotes en residencias de ancianos, "dando lugar a altas incidencias en personas mayores de 70 años", pero -insisten- "globalmente no son los ancianos los que han originado más casos".

Sin embargo, subrayan, "las personas de mayor edad siguen siendo las más susceptibles de padecer enfermedades graves, lo que justifica las hospitalizaciones y, eventualmente, las muertes".

Como ejemplo, indican que, durante el mes de octubre, "los mayores de 70 años representaron alrededor del 70% de los ingresados en la sala de covid-19 y alrededor del 91% de las muertes, pero sólo el 15% de las infecciones que se produjeron".

Sostienen que sólo la combinación de una alta cobertura de vacunación con el mantenimiento de medidas no farmacológicas, especialmente el uso de mascarillas y la ventilación de espacios cerrados, puede retrasar de forma significativa la propagación del SARS-CoV-2.

"El incumplimiento de al menos uno de estos requisitos es una explicación probable del resurgimiento de la infección que estamos viendo actualmente en Europa, incluso en países con entre el 60% y el 75% de la población vacunada, como es el caso del Reino Unido, Bélgica, Holanda, Alemania, Grecia e Irlanda", escriben.

En el artículo publicado en la página web de la Facultad de Ciencias de la Universidade Nova, Manuel Carmo Gomes (epidemiólogo) y Carlos Antunes (matemático) afirman que "es previsible" que este otoño e invierno Portugal siga teniendo "una incidencia diaria de varios cientos de casos y un pequeño número de muertes".

"De hecho, los datos recientes de principios de noviembre sugieren un resurgimiento apreciable de la infección, y es probable que veamos el inicio de la quinta ola", añaden.