El objetivo es "adoptar el principio de que 'somos un país de puertas abiertas a la inmigración, pero no de par en par', materializado en objetivos cuantitativos para la inmigración, considerando la dimensión de seguridad, priorizando en términos de cualificación y evitando la explotación por redes ilegales y criminales", se puede leer en el programa del XXIV Gobierno Constitucional (PSD/CDS) divulgado hoy y entregado a la Asamblea de la República.

En el documento, el Gobierno considera que "Portugal se enfrenta a importantes desafíos en relación con la migración", con "una legislación ineficaz y una falta de coordinación entre los sectores público, privado y social", lo que permite la proliferación de "redes de tráfico de seres humanos capaces de atrocidades pocas veces vistas", con "complejos problemas sociales como los desafíos de vivienda y la persistencia de fenómenos xenófobos".

Para resolver esta situación, el Ejecutivo propone "políticas holísticas y de colaboración, implicando al Estado, al sector empresarial y a las instituciones sociales", que permitan "una inmigración regulada, con humanismo, dignidad y constructiva para el desarrollo sostenible de Portugal".

En el ámbito de la inmigración, el Gobierno se ha marcado como objetivos "una política de inmigración regulada que garantice a los inmigrantes en Portugal el respeto y la promoción de sus derechos fundamentales", el "establecimiento de talentos nacionales y la atracción de inmigrantes profesionales cualificados" y "garantizar el control de las fronteras portuguesas y de la frontera exterior de la Unión Europea".

Para ello, el Ejecutivo admite cambiar "el régimen para que los permisos de residencia se basen en contratos de trabajo previamente celebrados o a través de un visado de búsqueda de trabajo".

El modelo actual permite la regularización de personas sin visado, previa presentación de un contrato de trabajo ya celebrado en Portugal o de una simple promesa de contrato de trabajo.

Apoyo a

El Gobierno también promete "fomentar y apoyar a las asociaciones de inmigrantes como interlocutores de las entidades públicas a efectos de planificación y evaluación de las políticas públicas de integración, tanto a nivel nacional como regional y local" y "luchar contra la xenofobia y la exclusión social".

El Ejecutivo también se compromete a "crear un programa de atracción, acogida e integración, promoviendo, siempre que sea posible, la inmigración regulada de núcleos familiares" y a "atraer inmigración cualificada" para "responder a las necesidades demográficas y laborales de trabajo en Portugal", incluyendo medidas para promover la enseñanza de la lengua portuguesa y "el conocimiento de la cultura portuguesa por parte de los inmigrantes".

Emigración

En el capítulo de la emigración, el Gobierno de Luís Montenegro se muestra preocupado por la marcha de los jóvenes: "La generación más cualificada de la historia, en la que el país invirtió muchos recursos, está abandonando el país por falta de oportunidades".

En este sentido, el Ejecutivo apuesta por "políticas de apoyo al retorno de los ciudadanos nacionales", con "incentivos fiscales" y subidas salariales, porque "es difícil que un joven vuelva al país si encuentra salarios mucho más bajos y una carga fiscal muy alta".

"Estas políticas deben ser desarrolladas por la Agencia de Migración, junto con la gestión de otros flujos migratorios. La agencia deberá adaptarse, con el fin de asegurar que cuenta con los medios y competencias necesarias para llevar a cabo estas funciones de atracción y retención del talento nacional", se puede leer en el programa, sin especificar si este párrafo se refiere a la Agencia de Integración, Migraciones y Asilo, creada en octubre de 2023.