El estudio, publicado en la revista científica Science, es el resultado del análisis de imágenes de radar de la superficie de Venus captadas por la sonda espacial estadounidense Magalhães entre 1990 y 1992 (la sonda se desactivó en 1994).

Según los investigadores de la Universidad estadounidense de Alaska que realizaron el análisis, las imágenes revelan una chimenea volcánica (una de las principales estructuras de un volcán) que se expandió y cambió de forma, lo que indica actividad volcánica reciente en el planeta.

Una chimenea volcánica es un canal por el que se expulsan gases, lava y ceniza durante una erupción.

Se han identificado muchos volcanes en la superficie de Venus, y aunque ninguno de ellos ha sido observado en erupción, algunos estudios previos han sugerido que podría haber actividad volcánica en curso en Venus en varias regiones del planeta.

Según el artículo de Science, los cambios en la superficie adyacente podrían haber sido causados por un flujo de lava emanado de la chimenea, y los investigadores interpretan estos cambios como pruebas de actividad volcánica reciente en Venus.

La superficie del planeta se describe como geológicamente joven en comparación con la de todos los demás cuerpos rocosos del Sistema Solar, a excepción de la Tierra y una de las lunas de Júpiter.