Según los datos publicados en la web del Grupo de Trabajo Orca Atlántica(GTOA), la singular población que habita en el Atlántico nororiental tuvo 52 interacciones registradas entre julio y noviembre de 2020 entre el Estrecho de Gibraltar y Galicia.

"En enero de 2021 se registraron dos nuevos casos en la costa atlántica de Marruecos y en el Estrecho de Gibraltar, lo que muestra la persistencia de este nuevo comportamiento en el tiempo, alcanzando las 197 interacciones. En 2022 se registraron 207 interacciones".

Según el GTOA, estos contactos se consideran una interacción cuando los animales fijan su atención en la embarcación, manteniendo un contacto directo, es decir, cuando se acercan, observan o tocan la embarcación.

En 2020, este nuevo comportamiento se observó cuando algunas orcas jóvenes interactuaron principalmente con veleros, pero también hubo casos de interacción con barcos de pesca e hinchables.

"Se ha informado de que las orcas han tocado, empujado e incluso girado las embarcaciones, lo que en algunos casos ha provocado daños en los timones", indica la web.

La semana pasada, una manada de orcas embistió repetidamente un yate en el Estrecho de Gibraltar, dañándolo lo suficiente como para que los rescatadores españoles tuvieran que acudir en ayuda de sus cuatro tripulantes.

Según el servicio de salvamento marítimo español, las orcas chocaron repetidamente con el Mustique, de 20 metros de eslora y bandera británica, a última hora del miércoles, inutilizando su timón y causando daños en el casco.


"Raro pero extraño"


El equipo de investigadores españoles y portugueses de la vida marina que estudia las orcas cerca de la Península Ibérica afirma que estos incidentes se registraron por primera vez hace tres años.

Según los investigadores del GTOA, estas orcas son un pequeño grupo de unas 35 ballenas que pasan la mayor parte del año cerca de la costa ibérica en busca de atún.

No se ha informado de ataques a nadadores y las interacciones con los barcos parecen cesar una vez inmovilizada la embarcación.

El biólogo Alfredo López, de la Universidad de Aveiro y miembro del grupo de investigación, consideró que los incidentes son raros, pero extraños.

"En ninguno de los casos que pudimos ver en vídeo presenciamos un comportamiento que pudiera considerarse agresivo", declaró López a la agencia Associated Press.

Según el investigador, aunque se desconoce la causa del cambio de comportamiento, su grupo identificó 15 ballenas implicadas en los incidentes, 13 juveniles, lo que podría apoyar la hipótesis de que estaban jugando, mientras que dos son adultas, lo que podría apoyar la teoría contraria de que el comportamiento es el resultado de algún suceso traumático con una embarcación.

La divulgación de todas las interacciones y, en especial, del avistamiento de orcas en la costa portuguesa fue destacada recientemente por los especialistas como esencial para prevenir los recientes incidentes con veleros.

Según las conclusiones de una conferencia celebrada en marzo, que reunió a especialistas, pero también a marineros, es "muy importante" que se informe de estos avistamientos, independientemente de la autoridad.

Los participantes en la conferencia también consideraron útil la creación de una "alerta orca", que consistiría en que la Marina enviara alertas a la navegación en tiempo real sobre avistamientos de orcas frente a las costas portuguesas.

La conferencia "Interacción con orcas" fue organizada por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques, por la Autoridad Marítima Nacional y por la Marina portuguesa y surgió a raíz de las recurrentes interacciones entre orcas y veleros en la zona costera de la Península Ibérica, que ya han causado daños, incluso el hundimiento de algunas embarcaciones.

En noviembre de 2022, un velero de bandera francesa, con cuatro tripulantes a bordo, se hundió, tras una supuesta interacción con orcas, a unas 14 millas náuticas (aproximadamente 25 kilómetros) al oeste de Viana do Castelo.