Es la alteración de la citoarquitectura (anatomía) y la función de las estructuras retinianas, en respuesta al daño vascular y la consiguiente inflamación, en la que influyen varios factores. Alrededor del 25% de los diabéticos presentan alguna forma de retinopatía diabética y, de ellos, entre el 2 y el 10% tienen edema macular diabético (exceso prolongado de azúcar en la sangre que provoca edema en los vasos sanguíneos oculares).

Tengo diabetes. ¿Acabaré desarrollando una retinopatía diabética?

La evolución de las complicaciones asociadas a la diabetes en los diferentes órganos del cuerpo, varía enormemente. Cuanto mayor sea el control metabólico del paciente, menores serán las complicaciones asociadas. No obstante, la incidencia de la retinopatía diabética y del edema macular diabético aumenta con el número de años que la persona padece la enfermedad. Con una evolución de 15 años, el 15% de los diabéticos desarrollan edema macular, pero con una evolución de 20 años, más del 90% sufrirá algún grado de retinopatía diabética.

Si me diagnostican retinopatía diabética, ¿me quedaré ciego?

En los países industrializados, la diabetes se considera la principal causa de ceguera en la población activa. El edema macular diabético es la principal causa de pérdida de agudeza visual y la retinopatía proliferativa (una forma más grave de retinopatía diabética) es la responsable de las deficiencias visuales más acusadas. Sin embargo, el arma más eficaz para combatir este escenario es el diagnóstico precoz (antes de la aparición de los primeros síntomas y complicaciones).

¿Cómo se diagnostica la retinopatía diabética antes de que aparezcan los síntomas y las complicaciones?

Mediante un examen minucioso por parte de un oftalmólogo, es posible identificar lesiones en la retina incluso en las fases iniciales de la enfermedad. Por lo general, tras una primera consulta, el paciente es remitido a profesionales con experiencia en el tratamiento de la retinopatía diabética. La clasificación de la enfermedad es de suma importancia porque determinará el tipo de tratamiento necesario.

¿Qué métodos de diagnóstico se utilizan en la evaluación y clasificación de la retinopatía diabética?

En la evaluación de una persona diabética es imprescindible valorar las lesiones de la retina media y periférica y, al mismo tiempo, descartar la presencia de edema macular diabético (complicación estrechamente relacionada con la pérdida de agudeza visual). El examen conocido como angiografía con fluoresceína sigue siendo una de las pruebas esenciales para identificar el número y el tipo de lesiones presentes en la retina (especialmente las que son invisibles durante un examen oftalmológico). Otra prueba básica, especialmente utilizada para evaluar la mácula, es la llamada OCT (tomografía de coherencia óptica). Tiene la capacidad de analizar las diferentes capas de la retina con gran detalle, lo que permite un diagnóstico precoz de las lesiones maculares antes de que se relacionen con la pérdida de agudeza visual. La generación más reciente de OCT con tecnología Swept Source (OCT-A) produce imágenes similares a las de una angiografía clásica, pero sin necesidad de utilizar un contraste intravenoso.

¿Qué tratamientos existen?

Los mejores resultados obtenidos en el tratamiento del edema macular diabético son la terapia intravítrea con anti-VEGF o los corticoides intravítreos, ambos administrados en condiciones antisépticas en el quirófano. Otras opciones son la fotocoagulación de la retina y la cirugía vitreorretiniana.

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